La avenida de La Soleá se transforma en escenario de rap, en museo urbano, en plataforma para jóvenes promesas y, en definitiva, en un escaparate de ese arte que se puede palpar en cada esquina, admirar en cada plaza, acera o edificio… San Pablo transpira arte urbano.
A partir de las ocho y media de la tarde y hasta poco antes de las once de la noche la avenida de La Soleá recordaba a esas calles de Nueva York que tanto retratan en las películas, donde unos jóvenes practican Parkour, otros bailan ritmos de lo más pintorescos, algunos pintan auténticas obras de arte en la acera y todo ello a ritmo del rap más callejero. Era la fiesta del Arte Urbano.
Mujeres, hombres, niños, mayores, entre la plaza de la Toná y la Niño de Vallecas había cabida para todos los públicos. Todos hacían fotos, videos, tocaban las palmas y bailaban, y es que aquello era digno de inmortalizar. La cultura de la calle a la calle y para los vecinos de San Pablo y todos los sevillanos que quisieron formar parte de aquella fiesta urbana.
El distrito San Pablo-Santa Justa ha querido que los murales que desde hace unos años visten los edificios del barrio de San Pablo no se quedasen en un hecho aislado, que este barrio siguiese siendo ejemplo de cultura, de cultura urbana y, por eso, la apuesta por estas iniciativas sigue dando pasos firmes lo de esta fiesta ha sido un perfecto ejemplo, pero aún quedan muchos más.