Entrevista realizada a la Compañía de Circo-Teatro Circo Trópico en el programa radiofónico presentado
por Leo Toral "Quedamos na Galega" de Radio Galega el 18 de Agosto de 2012.
Tema del programa: Mentira o verdad.
5 de Septiembre de 2011
Una carpa circense en la Alameda
El final del verano. Fakires, acróbatas, saltimbanquis. Una troupe abigarrada sorprendió a niños y padres en el primer fin de semana de septiembre en el centro.
05.09.2011
SEVILLA es una ciudad-matria donde funciona el matriarcado. Un caso muy notable lo descubrí hace bastantes años: en el Tiro de Línea, en las calles perpendiculares a Almirante Topete próximas a Santa Genoveva, se repetía el perfil de familias que se habían instalado en viviendas construidas con materiales de la Exposición del 29 y que, en su segunda generación, era la mujer la que atraía a la barriada al cónyuge, que por lo general procedía de otros lugares de la ciudad o de fuera de ella.
Muchos años después, mediados cambios de siglo, de milenio, de moneda, de régimen político y no digamos de costumbres, la repetición del ritual me permite formular un nuevo caso de matriarcado. Una buena parte de niños de la Alameda, de los que juegan en el parque infantil más próximo a Las Maravillas, pasan parte de su periodo vacacional en la tierra de sus madres. La anécdota se convierte en categoría cuando entre los amigos de mi hijo, todos amistades surgidas en ese entorno lúdico, Gonzalo ha pasado el verano en Elda, antaño emporio del calzado en Alicante; Andrés ha disfrutado de los encantos de La Rioja, en la que su madre creció jugando entre huellas de dinosaurios; Alba ha hecho como todos los veranos su máster de Galicia, acompañada esta vez por su hermana Lucía, soplo de paz y risas que vino al mundo el 18 de julio, 75 años después del comienzo de la guerra civil; Miguel todavía apura los días en Grazalema, patria del pinsapo cuyos índices pluviométricos superan los de Santiago de Compostela.
Llega a su fin el verano de los maleficios del pepino y del códice Calixtino. La Alameda vuelve a llenarse de niños y de progenitores. La carpa del Circo del Sol ya la han instalado cerca del Charco de la Pava, y la tarde del sábado una troupe circense sorprendió a niños y padres en el corazón de la Alameda. Venían en jolgorio y armonía por la calle Relator, el itinerario de los armaos de la Macarena. Un elenco abigarrado, torbellino de magia y de acrobacias, con unspeakerclownesco y fandanguero que anunciaba los números del circo subido a sus zancos de quintacolumnista de la Alameda (la quinta columna sumada a las cuatro restantes que representan a Hércules, Julio César y las dos leonas, una en cada esquina: la Leonesa y la Ponferradina).
La improvisada carpa se abrió simbólicamente a la altura del Café República. Hasta Paco, de Casa Paco, que también ha vuelto de sus vacaciones, se acercó para ver esta fiesta sin programadores. Hacían las delicias de los niños, sentados como lo hacían sus padres en los conciertos que los cantautores daban en la Universidad (nostalgia o tabarra, qué más da) y a sus padres los convocaban más tarde para participar en una fiesta nocturna en el Rincón del Búho, local de la calle Parras, la misma en la que nació Juanita Reina y donde hizo su museo de derribos Enrique Pavón.
Se sucedían los saltos. Cinco voluntarios se aprestaban a hacer de alfombras de un atleta con alma de fakir. Jóvenes abanderadas se cruzaban en bailes volcánicos. Los tambores atraían al público. El primer fin de semana de septiembre presentaba sus credenciales. Se hacen llamar Circo Trópico. Se iba la tarde en suspiros, al Circo del Sol le salía esta alternativa bullanguera del circo de la sombra. El parque infantil se había quedado vacío. Todos hacían un círculo más bien elíptico en torno a los integrantes del espectáculo. Gorras para la suscripción popular y la beneficiencia hacia el artista.
Iban llegando más niños. Una catarsis para el comienzo de la normalidad escolar. Empieza la última semana sin colegio. Ellos, allí sentados, viendo al zíngaro de los zancos cual gigante, son los que miden y administran nuestro tiempo. Y en este mes, también nuestro patrimonio. Ellos hacen de despertadores, dueños de nuestros sueños, libertadores de nuestras pesadillas. La música se iba a otra parte. Llegaba la hora del búho, que es como llaman en Madrid a los autobuses nocturnos.
La troupe se iba por donde había venido. Temblad palomas, ha llegado el búho.
Muchos años después, mediados cambios de siglo, de milenio, de moneda, de régimen político y no digamos de costumbres, la repetición del ritual me permite formular un nuevo caso de matriarcado. Una buena parte de niños de la Alameda, de los que juegan en el parque infantil más próximo a Las Maravillas, pasan parte de su periodo vacacional en la tierra de sus madres. La anécdota se convierte en categoría cuando entre los amigos de mi hijo, todos amistades surgidas en ese entorno lúdico, Gonzalo ha pasado el verano en Elda, antaño emporio del calzado en Alicante; Andrés ha disfrutado de los encantos de La Rioja, en la que su madre creció jugando entre huellas de dinosaurios; Alba ha hecho como todos los veranos su máster de Galicia, acompañada esta vez por su hermana Lucía, soplo de paz y risas que vino al mundo el 18 de julio, 75 años después del comienzo de la guerra civil; Miguel todavía apura los días en Grazalema, patria del pinsapo cuyos índices pluviométricos superan los de Santiago de Compostela.
Llega a su fin el verano de los maleficios del pepino y del códice Calixtino. La Alameda vuelve a llenarse de niños y de progenitores. La carpa del Circo del Sol ya la han instalado cerca del Charco de la Pava, y la tarde del sábado una troupe circense sorprendió a niños y padres en el corazón de la Alameda. Venían en jolgorio y armonía por la calle Relator, el itinerario de los armaos de la Macarena. Un elenco abigarrado, torbellino de magia y de acrobacias, con unspeakerclownesco y fandanguero que anunciaba los números del circo subido a sus zancos de quintacolumnista de la Alameda (la quinta columna sumada a las cuatro restantes que representan a Hércules, Julio César y las dos leonas, una en cada esquina: la Leonesa y la Ponferradina).
La improvisada carpa se abrió simbólicamente a la altura del Café República. Hasta Paco, de Casa Paco, que también ha vuelto de sus vacaciones, se acercó para ver esta fiesta sin programadores. Hacían las delicias de los niños, sentados como lo hacían sus padres en los conciertos que los cantautores daban en la Universidad (nostalgia o tabarra, qué más da) y a sus padres los convocaban más tarde para participar en una fiesta nocturna en el Rincón del Búho, local de la calle Parras, la misma en la que nació Juanita Reina y donde hizo su museo de derribos Enrique Pavón.
Se sucedían los saltos. Cinco voluntarios se aprestaban a hacer de alfombras de un atleta con alma de fakir. Jóvenes abanderadas se cruzaban en bailes volcánicos. Los tambores atraían al público. El primer fin de semana de septiembre presentaba sus credenciales. Se hacen llamar Circo Trópico. Se iba la tarde en suspiros, al Circo del Sol le salía esta alternativa bullanguera del circo de la sombra. El parque infantil se había quedado vacío. Todos hacían un círculo más bien elíptico en torno a los integrantes del espectáculo. Gorras para la suscripción popular y la beneficiencia hacia el artista.
Iban llegando más niños. Una catarsis para el comienzo de la normalidad escolar. Empieza la última semana sin colegio. Ellos, allí sentados, viendo al zíngaro de los zancos cual gigante, son los que miden y administran nuestro tiempo. Y en este mes, también nuestro patrimonio. Ellos hacen de despertadores, dueños de nuestros sueños, libertadores de nuestras pesadillas. La música se iba a otra parte. Llegaba la hora del búho, que es como llaman en Madrid a los autobuses nocturnos.
La troupe se iba por donde había venido. Temblad palomas, ha llegado el búho.
25 de Noviembre de 2012
La Navidad se adelanta en el poblado de la Verea
Estudiantes de la asignatura Orientación e intervención psicopedagógica del quinto curso de Psicología de la Hispalense han llenado de ilusión y regalos a las siete familias que ocupan este asentamiento en Alcalá de Guadaíra.
La Navidad se ha adelantado unos días en el poblado chabolista de la Verea del Cerero, en Alcalá de Guadaíra, gracias a los estudiantes de la asignatura Orientación e intervención psicopedagógica del quinto curso de Psicología de la Universidad de Sevilla, que, aunque sea por unas horas, han llenado de ilusión y regalos a las siete familias que ocupan este asentamiento.
Desde el año 2005, gracias a la perseverancia y el empeño de la profesora María José Lera, los alumnos de Psicología se convierten en improvisados Reyes Magos por un día. Hace dos semanas, los jóvenes visitaron el poblado para pedirle a todos sus miembros, niños y mayores, que hicieran su lista con los cinco deseos que quería para esta Navidad. "Somos entre 150 y 200 alumnos. Nos dividimos en grupos. Una de las niñas que nos tocó a nosotros pidió una bicicleta, pero la cambió rápidamente al recordarle su madre que necesitaba unas botas. Te das cuenta de que, a pesar que son niños, prefieren lo que les hace falta para su vida cotidiana", asegura Inma León, una de las estudiantes que ha participado en la iniciativa.
Los regalos se los llevaron el pasado martes. Fueron unas horas intensas que estos jóvenes nunca olvidarán: "Los niños se volvieron locos. Además, también vinieron los componentes de un circo y un hombre que hacía palomitas al estilo antiguo en un perol. Se lo pasaron muy bien y disfrutaron mucho". Una de las claves de esta iniciativa radica en que son los propios beneficiarios los que piden lo que más necesitan: "Eso es importante. Muchas veces se hacen iniciativas de este tipo pero sin saber qué necesitan realmente las personas. No se les pregunta".
Los alumnos se fueron interesando por la situación de este asentamiento por las explicaciones que la profesora Lera les daba en clase: "Ella ha conseguido cosas importantes. Los niños estaban escolarizados, pero no tenían manera de ir al colegio porque tenían que recorrer una carretera. Ahora los recoge un autobús. Son sólo siete familias, por lo que sería fácil que se solucionara su situación".
Los niños de la Verea pasarán unas buenas fiestas gracias a esta profesora comprometida con su situación y a sus alumnos.
Desde el año 2005, gracias a la perseverancia y el empeño de la profesora María José Lera, los alumnos de Psicología se convierten en improvisados Reyes Magos por un día. Hace dos semanas, los jóvenes visitaron el poblado para pedirle a todos sus miembros, niños y mayores, que hicieran su lista con los cinco deseos que quería para esta Navidad. "Somos entre 150 y 200 alumnos. Nos dividimos en grupos. Una de las niñas que nos tocó a nosotros pidió una bicicleta, pero la cambió rápidamente al recordarle su madre que necesitaba unas botas. Te das cuenta de que, a pesar que son niños, prefieren lo que les hace falta para su vida cotidiana", asegura Inma León, una de las estudiantes que ha participado en la iniciativa.
Los regalos se los llevaron el pasado martes. Fueron unas horas intensas que estos jóvenes nunca olvidarán: "Los niños se volvieron locos. Además, también vinieron los componentes de un circo y un hombre que hacía palomitas al estilo antiguo en un perol. Se lo pasaron muy bien y disfrutaron mucho". Una de las claves de esta iniciativa radica en que son los propios beneficiarios los que piden lo que más necesitan: "Eso es importante. Muchas veces se hacen iniciativas de este tipo pero sin saber qué necesitan realmente las personas. No se les pregunta".
Los alumnos se fueron interesando por la situación de este asentamiento por las explicaciones que la profesora Lera les daba en clase: "Ella ha conseguido cosas importantes. Los niños estaban escolarizados, pero no tenían manera de ir al colegio porque tenían que recorrer una carretera. Ahora los recoge un autobús. Son sólo siete familias, por lo que sería fácil que se solucionara su situación".
Los niños de la Verea pasarán unas buenas fiestas gracias a esta profesora comprometida con su situación y a sus alumnos.
Fuente: Diario de Sevilla
Artículo de Juan Parejo
La voz de Alcalá
Diciembre 2012
Como es tradicional todos los años en estas fechas, los alumnos de la Facultad de Psicología de la Universidad de Sevilla, liderados por su profesora, María José Lera, han organizado la campaña «Cinco deseos por Navidad». Así, los estudiantes
visitaron el asentamiento chabolista que hay en la Vereda del Cerero, en la localidad alcalareña, y pidieron a los niños del lugar, unos veinte en total, que les dijeran sus cinco deseos para esta Navidad. Éstos fueron apuntados y de este modo, se inició la búsqueda para hacer realidad estos deseos.
El pasado martes 20 de diciembre fue la entrega de éstos. Entre los deseos más destacados, todos ellos muy humildes por cierto, destacaron el comer mortadela, macarrones con tomate o tener nueva ropa de deporte o botines. Asimismo, los hubo más sofisticados, como las bicicletas -los estudiantes se encargaron de encontrarlas para todos aquellos que las pidieron-, o deseos más modernos, como los reproductores de Mp3 para escuchar música, que también se les han oporcionado, junto con muchas pilas. Y es que cabe destacar que los niños que viven en esta zona, junto a sus familias, sobreviven sin luz en las más inhóspitas condiciones.
Este año cabe destacar que ha habido, si cabe, más solidaridad que en años anteriores. Y es que además de haberse concedido los deseos, ha habido más actividades que hicieron disfrutar, no sólo a los niños, sino también a sus familiares.
Les visitó artistas de un circo, formados por payasos y malabaristas con zancos y bicicletas. Y lo que podría ser algo normal para un ciudadano, para estos niños fue algo inédito, puesto que era la primera vez en su vida (y en la de los adultos también) que veían un espectáculo de estas características.
Y no queda ahí la cosa, ya que también han tenido este año un puesto de palomitas. El propietario del mismo regaló todo lo que tenía: sus palomitas, su tiempo y una alfombra roja donde los niños hicieron cola esperando su turno para coger sus cartuchos.
Tras esta exitosa jornada, la responsable de organizar dicho evento, María José Lera se siente orgullosa por el resultado. «Un año más, la campaña “Cinco deseos por Navidad” nos da la oportunidad de disfrutar y compartir un momento inolvidable para todos».
Sin embargo, esta iniciativa no habría sido posible sin la colaboración solidaria y altruista de los 250 estudiantes de la Facultad de Psicología de la Universidad de Sevilla (éstos, a su vez, han implicado a más gente, y han hecho posible
que dichos deseos se cumplieran), quienes ofrecieron ayuda psicológica a estos menores tan afectados por la pobreza, «consiguiendo dibujar un día de felicidad en sus vidas, proporcionando risas, abrazos, apoyos, y mostrando con hechos que no son discriminados», aclara la profesora.
Así pues, a través de esta actividad se pretende facilitar la autoestima y la dignidad de este colectivo, lo que les ayudará a sobrevivir en las difíciles condiciones en las que viven: «sin luz, sin techo, sin muebles, sin nada."
Fuente: La Voz de Alcalá
Consuelo Sánchez
Diario de Sevilla
7 de Marzo de 2013
Salir de día: 28 ideas para un experimento de arte urbano
Medio centenar de artistas, cuatro espacios culturales y 28 propuestas diferentes. Éstas son las cifras que maneja Experimento Cero, una iniciativa que parte del proyecto Urban Art Foundation y que desde mañana hasta el domingo despliega todo un calendario de actividades culturales para todos los públicos.
El proyecto, puesto en marcha por la empresa Ópera & Flamenco Productions con el objetivo de poner el valor el arte callejero, afronta su primera gran cita con este Experimento Cero. La programación incluye espectáculos de circo, teatro, música, danza, performance y artes plásticas y visuales y se desarrollará en distintas sedes.
Así, mañana la cita es en la sede del Cicus, en la calle Madre de Dios. A partir de las 18:00 pasarán por allí el dúo de acordeón Inspiración; Ro Tango, La Mirada Ambulante, Cuarteto Maravilla o Circo Trópico. La cita se traslada a las 20:30 hasta El Postigo, en la calle Arfe. Allí estarán Jimena Alonso Santoveña, José Vicente Losada Martín, Juan María Rivero Jiménez o Sarai Menéndez, entre otros. Para el sábado, Experimento Cero ha preparado una interesante propuesta en La Carbonería (Levíes, 18). Música y artes visuales y plásticas conforman el menú de una tarde -arranca a partir de las 20:00- en la que estarán, entre otros, Alice Bottardi o Felipe del Cuvillo Cano Dúo. El domingo, por último, la cita es en el Museo de Baile Flamenco (calle Manuel Rojas Marcos, 3) a partir de las 17:00. Habrá danza, teatro y música de la mano de Javier Prieto Ramos, Bande á parte Ensamble o Cía Jorge Millán. El artista Felipe Bollaín Parejo conducirá la iniciativa, que terminará el domingo a las 19:30 con una acción colectiva junto a la Catedral.
El proyecto, puesto en marcha por la empresa Ópera & Flamenco Productions con el objetivo de poner el valor el arte callejero, afronta su primera gran cita con este Experimento Cero. La programación incluye espectáculos de circo, teatro, música, danza, performance y artes plásticas y visuales y se desarrollará en distintas sedes.
Así, mañana la cita es en la sede del Cicus, en la calle Madre de Dios. A partir de las 18:00 pasarán por allí el dúo de acordeón Inspiración; Ro Tango, La Mirada Ambulante, Cuarteto Maravilla o Circo Trópico. La cita se traslada a las 20:30 hasta El Postigo, en la calle Arfe. Allí estarán Jimena Alonso Santoveña, José Vicente Losada Martín, Juan María Rivero Jiménez o Sarai Menéndez, entre otros. Para el sábado, Experimento Cero ha preparado una interesante propuesta en La Carbonería (Levíes, 18). Música y artes visuales y plásticas conforman el menú de una tarde -arranca a partir de las 20:00- en la que estarán, entre otros, Alice Bottardi o Felipe del Cuvillo Cano Dúo. El domingo, por último, la cita es en el Museo de Baile Flamenco (calle Manuel Rojas Marcos, 3) a partir de las 17:00. Habrá danza, teatro y música de la mano de Javier Prieto Ramos, Bande á parte Ensamble o Cía Jorge Millán. El artista Felipe Bollaín Parejo conducirá la iniciativa, que terminará el domingo a las 19:30 con una acción colectiva junto a la Catedral.
Diario de Sevilla
7 de Marzo de 2013
Ángela Serrato